Tartar Ahumado del chef Sergio Nieto.
Hacer fotos con humo es una de las técnicas fotográficas que más me divierten. Requieren un pequeño conocimiento de iluminación pero pese a lo que muchos puedan creer, no es nada complicado.
Veamos que necesitamos saber:
Como siempre buscaremos una composición atractiva pero esta vez tendremos en cuenta nuestro humo que aún no hemos encendido. El fondo debe de estar algo alejado para que no se confundan las texturas, además de ser oscuro y liso (una tela negra y opaca sería genial). La luz debe ser trasera (Yo suelo usarla en diagonal trasera y disparo con un cabezal de flash pero podéis probar con flashes de mano, luces continuas como antorchas e incluso alguna lampara que podáis direccionar). En este caso la luz natural no es recomendable porque dificultaría enormemente nuestro trabajo. A partir de aquí la cosa empieza a complicarse 😨 pero lo conseguiremos💪🏾. Suelo usar una apertura de diafragma entre f4 y f5.6 para que el fondo quede algo desenfocado pero el humo en cambio esté perfectamente nítido. Normalmente uso una Iso 100 y medición evaluativa o ponderada al centro (la puntual haría que perdiera información sobre lo que rodea al humo). Ya lo tenemos todo casi listo, así que montaremos la cámara en nuestro trípode y buscaremos el encuadre que más nos atraiga. En este punto es interesante hacer una fotografía de control, exponiendo y enfocando correctamente los elementos que necesitemos, de esta manera nos aseguramos una imagen que podamos montar en posproducción ya que cuando trabajemos con el humo cambiaremos el enfoque. Para enfocar el humo podemos ayudarnos de una varilla fina que colocaremos justo en la zona central y que una vez enfocada la retiramos y cambiaremos nuestro enfoque a manual en la cámara para evitar cambios indeseados. Fondo ok, esquema de luz ok, ajustes en cámara ok, cámara en trípode ok y enfoque ok, ya solo queda encender el humito y disfrutar.
Un último consejo, haz diferentes tomas (prueba a disparar en ráfagas) y mueve suavemente la mano cerca del humo para que cambie de forma, verás qué gozada.
